La misteriosa figura de Van Helsing ha cautivado a lectores y audiencias durante décadas, con historias de su valentía y heroísmo frente al mal. Pero, ¿realmente existió tal persona? Este artículo explorará la evidencia a favor y en contra de la existencia de Van Helsing, desde relatos históricos hasta teorías modernas. También se investigará si el personaje está basado en una persona de la vida real, o simplemente es un invento de la imaginación de Bram Stoker.

Según una investigación del periodista polaco Adam Weglowski, el verdadero Van Helsing no se parecia a los que hemos visto en la gran pantalla como cazador de vampiros, si no que se apellidaba Helwing.

Se cree que Bram Stoker, al escribir acerca de Van Helsing, se habría basado en una persona que exitió realmente. El periodista concluye que el personaje fué un pastor Luterano que estudió hace más de 300 años casos de vampiros y hombres lobo. Este pastor describió en uno de sus artículos, como en la época de la peste bubónica, los habitantes de Mazuria, en Prusia, ahora Polonia, luchaban contra los vampiros decapitándolos y también solían clavar estacas a los cadáveres.

van helsing Anthony Hopkins
Anthony Hopkins
Drácula (1992)
van helsing Rutger Hauer
Peter Cushing
Las Novias de Drácula (1960)

Según Wegloski:

Andreas Helwing (1666-1748) nació en Wegorzewo, Además de clérigo fué médico, estudiando también botánica y ciencias naturales. Helwing escribió varios libros y artículos, algunos basados en creencias popupales que describian «vampiros».

El parecido de los apellidos y sus escritos da pie a pensar que Stoker se basó en este personaje, además Helwing también estuvo en Bélgica, hogar de Van Helsing, teniendo varios conocidos.

Bram Stoker pudo saber de Helwing a través de su amigo Ármin Vámbéry, proveniente de una familia judia de Eslovaquia famoso políglota y estudioso de la historia. También se cree que fué a través de Vámbéry como conoció la historia del principe Vlad el Empalador, también conocido como Drácula.

Al igual que Van Helsing, Helwing también era un hombre de letras extremadamente culto y un científico brillante. Estudió filosofía y teología en Koenigsberg, y prosiguió su formación en Wittenberg, Leipzig, Jena y Erfurt antes de emprender un viaje educativo que le llevó a Venecia y Leida. Allí, en la patria de van Helsing, colaboró estrechamente con el botánico holandés Herman Boerhaave.

En 1691 regresó a su ciudad natal, donde poco después de la muerte de su padre se convirtió en pastor. Se dice que en sus ocupaciones pastorales Helwing hablaba también polaco, además del alemán que era su lengua materna. Durante esta época también se dedicó a la botánica, ganándose el apodo de Plinio prusiano. En la cercana Stulichy fundó un jardín botánico experimental, donde introdujo muchas plantas orientales procedentes de Esmirna e incluso de la India. Llegó a descubrir numerosas plantas, una de las cuales, la Helwingia, lleva su nombre.

helwingia girasol planta
Helwingia

G.A. Helwing fue sin duda un gran estudioso de su tiempo. Sus ensayos y tratados científicos sobre plantas y minerales, incluyen artículos que aportan una gran cantidad de estudios sobre temas que van desde la apicultura, la pesca de anguilas, la captura de topos, los orígenes del ámbar, los hábitos de los pelícanos, las urracas blancas y los gorriones, o incluso el olor almizclado del pelo de los uros.

Pero también escribió sobre temas más escabrosos: caballos de cinco patas o terneros de dos cabezas, animales y personas horripilantes, la crueldad de los lobos y la licantropía, los hombres lobo y los hombres oso (la creencia en los llamados niedźwiedziołaki, mitad hombre, mitad oso, era especialmente popular en Polonia y Lituania).

G A Helwing
G. A. Helwing

Según Helwing el vampirismo era una enfermedad, no se tratataba de seres extraños ni monstruos. En la época de Helwing, la histeria de los vampiros tuvo su punto álgido durante la epidemia de la peste bubónica (1708-1711) y este describió un caso en la población de Hars escribiendo: «Después de cantar el requiem para el fallecido, se le corto la cabeza a espada y puesta en la tumba junto con un perro». Los lugareños tenían la superstición de que el muerto podría levantarse de su tumba y propagar la enfermedad, aunque Helwing siempre trato de contener la enfermedad con métodos científicos.

Al igual que Van Helsing en la novela de Stoker, Helwing quería proteger a la gente de la amenaza de la enfermedad, aunque esta no trataba de vampiros, arriesgando su vida.

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